Creo que siempre es un reto hablar de cuestiones futuras, si nos centramos en educación, creo que lo es aún más. Desde que llevo en esto de la educación veo cómo, de forma recurrente, surgen nuevos estudios, documentos, informes; que intentan dar una visión sobre eso, sobre el futuro de la educación. En este caso, tras la lectura del informe de la OECD “Teaching for the Future”, veo uno más, aunque es cierto que este se centra en un análisis concreto teniendo en cuenta las diferentes evaluaciones que se vienen realizando a nivel global.

teaching for the future

Aun así, no dejan de venirme a la mente algunas relaciones entre las cuestiones que se tratan en este documento (2023) con algún otro documento más antiguo, como es el caso de la publicación de Edgar Morin de 1999.

<<Can education help individuals, young and old, to develop the knowledge and skills needed to engage meaningfully across all aspects of life?>> (OCDE, 2023)

<<Se debería enseñar principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto, y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino. Es necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certeza.>> (Morin, 1999)

<<In today’s schools, students typically learn individually and at the end of the school year we certify their individual achievements. But the more interdependent the world becomes, the more we need great collaborators and orchestrators. Schools need to help students learn to be autonomous in their thinking and develop an identity that is aware of the pluralism of modern living. At work, at home, and in the community, people will need a broad understanding of how others live, in different cultures and traditions, and how others think, whether as scientists or as artists.>> (OCDE, 2023)

<<(…)la educación para la comprensión está ausente de nuestras enseñanzas. El planeta necesita comprensiones mutuas en todos los sentidos.>>; <<La comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños es en adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión.>> (Morin, 1999)

<<Knowledge also means power. (…) However, very few countries are doing enough to ensure students are prepared for the digital world. PISA data shows that Korea, Singapore and parts of China are the only jurisdictions where more than half of 15-year-olds are able to perform tasks such as identifying fake news or reconciling different sources of information. In most countries with comparable data, the majority of students have limited digital navigation skills. Many do not even have the basics. So how can we better support all individuals to access and use knowledge effectively? What types of education are needed to enable students, teachers and education leaders to do that effectively? And what (digital) skills and attitudes are needed to effectively evaluate the quality and trustworthiness of information? How can we support teachers to validate the knowledge they use in their practice? Our social circles also influence our access to knowledge. Should educational institutions work more actively to strengthen (digital) social ties? If so, how?>> (OCDE, 2023)

<<La educación debe mostrar que no hay conocimiento que no esté, en algún grado, amenazado por el error y por la ilusión. La teoría de la información muestra que hay un riesgo de error bajo el efecto de perturbaciones aleatorias o ruidos (noise), en cualquier transmisión de información, en cualquier comunicación de mensajes.>> (Morin, 1999)

Es cierto que el documento de la OCDE abarca unos temas muy concretos, mientras que Morin realiza un trabajo más genérico y global; pero, para mí, la primera conclusión que me viene a la cabeza está clara… en los 24 años que separan ambos documentos hay cuestiones que no cambian y son necesarias abordar por los diferentes sistemas educativos. Es cierto que son cuestiones que estaban en vigor en su día, que lo están ahora y que seguirán estándolo por muchos años que pasen, pero la cuestión realmente interesante es, ¿hemos abordado alguna vez estos temas?

Analizo mi carrera profesional, teniendo la visión directa como maestro desde 1997 y la externa como profesional del sector tecnológico desde 2017 y, sinceramente, he de decir que en contadas ocasiones me he encontrado con centros en los que de verdad se aborden estas situaciones. Probablemente por cuestiones ajenas al profesorado, a los centros en sí; probablemente por cuestiones referentes a tiempos, currículos, leyes educativas y un sinfín de travas; probablemente por cuestiones sociales, como decía Coolidge, todo el mundo apoya la reforma educativa hasta que afecta a sus propios hijos; probablemente porque todo docente cuando empieza a enseñar no utiliza las metodologías que ha aprendido en la universidad, sino que replica la forma en la que a él lo enseñaron en su etapa escolar; pero, sobre todo, y en esto estoy totalmente de acuerdo con el texto de la OCDE, el mayor impedimento es la zona de confort.

<<But the real obstacle to education reform is often conservative leaders who exploit populism to preserve the status quo; leaders who stick to today’s curriculum rather than adapt pedagogical practice to a changing world, because it is so much easier to stay within everybody’s comfort zone; leaders who invest in popular solutions, like smaller classes, rather than take the time to convince parents and teachers of the benefits of spending money more effectively, including through investing in greater teacher professionalism.>> (OCDE, 2023)

Son muchas las veces en las que se deja todo el peso en las espaldas del profesorado, veces incluso en las que se tacha al mismo de pasivo, con poco ánimo por mejorar o cambiar. Pero en la inmensa mayoría de los casos no es así. Lo que de verdad hace falta es un apoyo y decisión por aquellos que tienen la primera opción de cambio. Es necesario que se dé cabida curricular a las cuestiones que estamos tratando. Llegan momentos en los que la Inteligencia Artificial y la Tecnología Educativa van a despegar de una forma vertiginosa. Actualmente aún se mantiene este desarrollo pensando en el modelo actual educativo, contando con el docente como eje central de todo el proceso, desarrollando herramientas que lo ayuden en su labor diaria, pero estoy seguro de que es solo cuestión de tiempo, muy poco si hablamos de tiempo educativo, el que será necesario para que los nuevos desarrollos den un paso más y planteen nuevos retos y necesidades que el sistema educativo tendrá que asumir de una vez por todas. 

Para mí, hay 3 retos principales a cubrir: aprendizaje socioemocional, competencia digital y formación para toda la vida. No me extenderé mucho en ello, puesto que creo que cada uno de los puntos merece un documento en exclusiva.

Aprendizaje Socioemocional.

Cada vez escuchamos más sobre este tema, afortunadamente, pero aun así es una cuestión que no acaba de aterrizar debidamente a nivel curricular. Es cierto que en las primeras etapas educativas, Infantil y Primaria el profesorado es un tanto más sensible respecto a esta necesidad, pero creo que en Secundaria y más allá, son todavía temas poco abordados. Sin embargo, hay múltiples estudios que demuestran cómo los estudiantes que han trabajado las competencias emocionales cuentan con más posibilidades de éxito académico y profesional. (OCDE, 2021)

Competencia Digital.

Creo que es el tema de moda en todos los centros educativos… ¿A1, B2…?

Con independencia de la presión que está suponiendo este tema entre el profesorado, es una realidad que la competencia digital, y no solo del profesorado, sino entendida a todos los niveles (centro, alumnado, ciudadanía), es una necesidad en el mundo actual.

Formación para toda la vida.

Probablemente el hecho de la digitalización haya sido uno de los puntos que ha permitido consolidar la idea de esa formación para toda la vida a nivel general. Pero es cierto que no debemos centrarnos exclusivamente en el tema de la digitalización para continuar con esa formación, que también, sino que debe ser una práctica que realmente me permitirá crecer como persona y, seguramente, como ciudadano.